Entrevista a Eduardo Roldán, autor de "Ámsterdam in Fine"



Como ya sabéis, nos encanta poderos acercar a nuestros autores. Por ello hemos entrevistado a Eduardo Roldán, autor de Ámsterdam in Fine, una novela que, sin duda, no os dejará indiferentes.



¿Cuándo y por qué decides crear tu novela?

El porqué no tiene una respuesta; uno —al menos en mi caso— siente la necesidad de escribirla: es la historia la que te gana más que la voluntad inicial de ponerla por escrito. Por supuesto, ese primer impulso puede revelarse menos consistente de lo que creías, y en cualquier caso para darle forma y terminar la novela la voluntad sostenida resulta esencial. En el caso de Ámsterdam in fine, el primer impulso que me ganó a mí me llevó a escribir en torno a cincuenta páginas, pero me di cuenta de que no era eso lo me pedía, estaba forzando una forma que no era la que la historia demandaba. Así que abandoné ese primer intento y luego ya sí, comencé el texto con el tono, los personajes, ubicación y demás elementos que terminaron por conformar la novela.
El cuándo data de hace muchos años. Ese primer impulso a que me he referido creo surgió en el 2011.

¿Por qué elegiste llamarla de esa manera?

El título me parece eufónico y sugerente, y además la ciudad de Ámsterdam —cuyo nombre me parece también eufónico y sugerente— es una suerte de símbolo en la historia, y un motor —inconsciente— del viaje que se cuenta.

¿Cuánto tiempo tardaste en reunir datos e información para poder escribir tu novela?

Poco. La mayoría, si no todos, de los datos que manejan los personajes son cosas que o yo sabía o que inventé. El tiempo de <<documentación>>, por así decir, fue el empleado en revisar el callejero de la ciudad en que se basa Morivia —cuyos nombres de calles, aunque relacionados con los originales, son ficticios también—.

Si tuvieras que presentar este libro a nuestros lectores, ¿con qué palabras lo harías?

Creo que las palabras que constan en la contraportada son una sinopsis muy ajustada, que incita a la lectura.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de esta historia?

Espero que como en cualquier obra literaria el ingrediente más atractivo resida en el tono, el estilo con que se presenta la peripecia. Y en el plano estricto de esta, se manejan temas —la amistad, la honestidad personal, la traición, la memoria…— por los que creo cualquier persona puede interesarse, pues, aun de otra forma, seguro que ha tenido experiencias en esos ámbitos.

¿Cuál es tu personaje favorito y por qué?

Aunque la novela tiene un protagonista indiscutible, el dibujo de todos los personajes, aun con presencia menos extensa, ha tratado de ser igualmente hondo, dotar a cada uno con idiosincrasias, que pueden o no compartir con otro. En este sentido, hay un personaje fundamental que es esencialmente una ausencia, pero que he intentado que su presencia —valga la paradoja— en el relato sea tan <<tangible>> como la del resto.
                No tengo un personaje favorito; dicho lo cual, sí siento un afecto particular por el personaje de Cecilia, la madre del protagonista, por su ironía, por lo que dice sin decir y por su fachada, más transparente de lo que quizá ella sospecha. 

¿Cómo describirías tu estilo?

En Ámsterdam in fine empleo fundamentalmente el discurso indirecto libre (salvo en una escena en que se recurre a la primera persona), lo que me permite moverme en un territorio donde tienen cabida varios registros y tiempos, distintos puntos de vista y figuras literarias sin que —o eso espero— resulten pegotes forzados; me parece sobre todo que el indirecto libre contribuye a ahondar en los pensamientos del personaje y transitar con mayor fluidez entre lo que pasa por dentro de su cabeza y lo que acontece fuera. También el diálogo tiene gran importancia. Procuro cuidar ambos aspectos por igual. Como en el caso de la historia que te gana, más que elegir este tipo de discurso narrativo fue el propio material el que lo pedía (de hecho, el primer intento abortado empleaba otro), como en la escena antes aludida pedía, creo, pedía la primera persona. 
                Todo lo dicho se puede resumir en: ojalá que Ámsterdam in fine se lea con gusto.

¿Qué parte te resultó más complicada de escribir?

No sabría concretar. Una vez asentado el impulso y sabiendo adonde me dirigía —si bien no todas las etapas del camino—, la dificultad fue pareja y sostenida, sin grandes picos ni valles.

¿Quién o quiénes fueron los primeros en leer este libro? ¿Cuál fue la primera impresión?

Miembros de mi familia (en sentido amplio). La impresión que tuvieron me reconfortó. 

¿Cómo definirías la experiencia de trabajar con la Editorial Adarve?

Bueno, aunque todavía, recién salido el libro, no puedo saber cómo funcionará el proceso de distribución —el gran caballo de batalla en la publicación de un libro, al menos desde la perspectiva del autor—, estoy seguro de que editorial Adarve mantendrá lo hasta ahora mostrado; esto es, empeño en tratar de hacer las cosas de la manera más adecuada posible y apertura constante a sugerencias y discusiones constructivas. En mi caso, debido a motivos personales en los que no voy a entrar, han demostrado también tener una comprensión y una empatía que agradezco de corazón. Así que no puedo sino tener buenas palabras para el personal de la editorial.



Si queréis sumergiros en un viaje y caminar por las calles de Morivia junto a sus personajes, entonces debéis pinchar aquí . Y si queréis leer otros textos de este autor, podéis visitar su blog aquí.

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